Los que me conocéis os habréis echado las manos a la cabeza pensado ¡madre mía, a qué se ha vuelto adicta esta mujer!.
Cuando aparece la palabra adicción va siempre asociada a la imagen de una jeringuilla, un porro enorme, una copa de cazalla o una tragaperras.
Esas son las adicciones más habituales pero, ¿y esas otras? esas que pasan desapercibidas, que cuando se conocen son la chufla de la pandilla y que hacen que te miren y piensen eso de… pero que rara es.
Un compañero de excavaciones que, aparte de tener como entretenimiento fotografiarlo todo con filtros de colores, ovejas rosas, ovejas azules, compañeros verdes, compañeros amarillos (así cualquiera le pedía una foto de recuerdo claro) tenía como adicción la tónica.
Otra amiga es adicta a las compras, pero no podríamos denominarla como compradora compulsiva ya que no lo hace por impulsos no; ella sale a la compra diaria y pasa por la panadería, pasa por la pescadería, pasa por la charcutería y pasa por… el chino.
Sí, es adicta al chino, todos los días entra y compra algo, algo inútil que por supuesto siempre justifica con un, lo necesitaba o un mira que bonito, y tan solo por un euro, que eso no es dinero. Lo raro es que aún el chino no le haya hecho un monumento o le haya dado un premio como esos de los blogs, “a la mejor clienta”, porque ella no puede irse a casa sin pasar por esa tienda todos los días.
Adicciones hay para todos los gustos, al tabaco, al trabajo (que es la peor) al sexo, al ciberespacio, al cibersexo…
Un conocido tengo adicto a eso del cibersexo, pero no a cualquiera, es adicto al tecleado, nada de una cámara y un micro, sólo escrito. Yo no termino de captar la gracia pero según él, el caer en brazos de Onán, a la vez que tecleas… tiene su aquel.
Creo que a lo largo de la vida, todos pasamos por diversas adicciones, somos adictos a algo; tenemos alguna de esas manías a las que casi ni somos conscientes de ser adictos.
Yo soy adicta sí, a ir de museos con los amigos cada dos o tres domingos, al agua con gas...
¿Y tú, a qué eres adicto?
8 comentarios:
No te lo voy a confesar Froiliuba, solo te diré que al pensarlo me ruboricé....., y decidí mantenerlo oculto, como tantas otras adicciones.
Besos.
Alex.
Hola de casualidad entre en tu blog,me ha gustado mucho,espero leerte más...besos.
Pues yo no soy adicto a nada, todo tal vez lo haga con cierta naturalidad, sin embargo si tuve adicciones a las drogas, pero eso ya es tiempo muy pasado.
Lo de la coca cola me hace gracia y me recuerda una cosa muy bonita:
Sólo la bebo una vez al mes, pues no me gustan las burbujas, pero el día que me toca beber una cocacola, lo hago casi como un ritual, primero tengo que tener un vaso de la marca, y si tiene las letras en alto relieve mejor, después mucho hielo y te puedo asegurar que la disfruto mucho.
También te voy a confesar una cosa y esto lo sabe poca gente, en España, la cocacola es más rica que la pepsi, no hay duda, pero, en USA, la pepsi es más rica, tiene un sabor especial, pasa los mismo con la Fanta, bueno supongo que será por el agua, no sé.
Aunque si debo confesar una adicción, y así te quedas más tranquila... soy adicto al sexo oral.
interesante post, felicidades!!
soy adicta a las cosas que llevan cacao... me vale todo... también un poco a la cocacola, cerveza, naranjas... en fin... soy muy adicta y me encanta
bicos,
Aldabra
Mi interés está en ir dejando las adicciones.....ser cada vez más libre.
Ayyy..si de adicciones hablamos, mi lista es larga:
Escribir y escribir, amasar a mis hijos, fumar, beber coca cola, comer chocolates a las 5 de la mañana, ver cada atardecer y tanto más.
Abrazos para ti bonita
Pilar
:)
Soy adicto a la vida... a robarle los instantes... a no devolverselos.
Soy adicto a seguir adelante... no hay otra.
No tengo adicciones..., graves por lo menos y algunas pequeñitas que supongo que si habrá, es posible que tú las sepas tan bien como yo.
Ya estoy aquíiiiii
Biquiños
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