... Siempre he tenido unos cuantos amigos maravillosos. Incluso he tenido maravillosos conocidos. Hay momentos en que se prueba la verdad del oro, por lo general mudo, y la del metal sobredorado, por lo general vociferante. Es bueno que, en cada vida, exista alguna ocasión que los distinga.....

(Antonio Gala)



ANÓNIMAS ?? NO.

Todas las obras tienen autor. Triste es que circulen imágenes por la red sin autoría, como simples anónimos. Debemos acabar con esto, por ello invito a todos los artistas a firmar sus obras y a todos aquellos que las utilizan a poner su autoría y a ser posible, el link hacia el autor o no utilizarlas.



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2 feb 2008

Pastillas para gatos

Hace ya tiempo, un amigo me envió al enterarse de que tenía un gato (el más bueno del mundo por cierto) esto.

Me reí tanto que decidí conservarlo. Hoy lo comparto con todos vosotros, especialmente con los que tenéis uno.
O un perro, que también se las traen a la hora de la medicina.

CÓMO DARLE UNA PASTILLA A UN GATO

1.- Tome el gato y acúnelo con su brazo izquierdo como si estuviera sosteniendo a un bebé. Coloque los dedos índice y pulgar de su mano izquierda para aplicar una suave presión sobre las mejillas del minino, mientras sostiene la píldora con la derecha. Cuando el gato abra la boca, arroje la píldora dentro. Permítale cerrar la boca a los efectos de que el gato la trague.


2.- Coja la píldora del suelo y saque al gato de detrás del sofá. Acune al gato en su brazo izquierdo y repita el proceso.

3.- Traiga al gato desde el escritorio y tire la píldora baboseada a la basura

4.- Coja una nueva pastilla de la caja, acune al gato en su brazo izquierdo, manteniendo las patas traseras firmemente sujetas con su mano izquierda. Fuerce la apertura de la mandíbula y empuje la pastilla dentro de la boca del animal con su dedo medio. Mantenga la boca del gato cerrada y cuente hasta 10.

5.- Saque la píldora de la pecera, y al gato de encima del armario. Llame a su esposa, que está en el jardín, para que le ayude.
6.-Arrodíllese en el suelo con el gato firmemente sujeto entre sus rodillas. Mantenga sus patas traseras y delanteras quietas. Ignore los gruñidos que el gato emite. Pídale a su esposa que sostenga la cabeza del gato con una mano, mientras le abre la boca con una regla de madera. Eche la pastilla dentro y frote vigorosamente la garganta del gato.

7.- Traiga al gato de la lámpara de la cocina. Coja otra píldora de la caja. Recuerde comprar una nueva regla y encargar unas cortinas nuevas. Barra cuidadosamente los trozos de figuras de porcelana y póngalos aparte para pegarlos luego.

8.- Envuelva al gato en una toalla grande y pídale a su esposa que lo mantenga estirado, sólo con la cabeza visible. Ponga la pastilla en una pajita de refresco. Abra la boca del gato con un lápiz. Ponga un extremo de la pajita en la boca del gato y el otro en la suya propia. Sople.

9.- Lea el prospecto de la caja para asegurarse que la pastilla que se acaba de tragar no es dañina para seres humanos. Beba un vaso de agua para recuperar el sentido del gusto. Aplique apósitos en los brazos de su esposa y limpie la sangre de la alfombra con agua fría y jabón.

10.- Traiga al gato del tejado del vecino. Tome otra píldora. Ponga al gato en el armario y cierre la puerta sobre su cuello, dejando sólo la cabeza fuera del mismo. Fuerce la apertura de la boca con una cuchara de postre. Arroje la pastilla dentro de la boca del gato con una goma elástica.

11.- Vaya al garaje a buscar un destornillador para volver a colocar la puerta del armario en sus bisagras. Aplíquese compresas frías en sus mejillas y verifique cuándo fue su última dosis de antitetánica.

12.- Llame a los bomberos para bajar al gato del árbol que hay en la calle de enfrente. Discúlpese con su vecino, que se acaba de estrellar tratando de escapar de su gato furioso.

13.- Tome la última píldora de la caja. Ate las patas delanteras del gato junto con las traseras con una cuerda. Átelo firmemente a la pata de la mesa de la cocina. Busque guantes de trabajo pesado. Mantenga la boca del gato abierta con una pequeña palanca. Póngale la pastilla en la boca seguida de un trozo de carne. Mantenga la cabeza vertical y vierta medio litro de agua a través de la garganta del gato, para que trague la píldora.

14.- Haga que su esposa lo lleve a urgencias. Siéntese tranquilo mientras el doctor le venda los dedos y la frente y le saca la píldora del ojo. En el camino de vuelta a casa, deténgase un momento en la tienda de muebles para comprar una nueva mesa. 15.- Por último, arregle con una inmobiliaria la compra de una nueva casa, y llame al veterinario, para averiguar si tiene algún hámster para vender

Espero que os hayais divertido tanto como yo.
Fotografía de Tito, mi gato

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja.
Gracias una vez más Froiliuba. Te aseguro que, de esas 15 situaciones, al menos en 10 me he visto involucrado, junto con mi mujer y mis hijas. Excepto lo de la visita al doctor, la llamada a los bomberos, y poco más, lo demás es real como la vida misma. Creo que ha sido buena idea compartir este rato de humor con nosotros.
Besos.

Anónimo dijo...

Siempre es genial. Cada vez que lo leo me ocurre lo mismo: llegado el momento de bajar al gato de la lámpara ya estoy "que me parto". Besitos

Unknown dijo...

gracias por hacerme reir, lo necesitaba... es tu gato tan formalito como parece?... Zoe no para de morderlo todo (incluidas mis manos) cosas de la infancia , espero... es mi tercer amigo felino será que tiene caracter o se aprovecha de mí... una pregunta y los que no tenemos marido o esposa ,ni hijos llamamos directamente a los bomberos o al servicio sanitario, o desistimos????

Esos datos que todos miramos


GRACIAS POR LA VISITA