He tenido la suerte de escuchar el sonido del silencio de la naturaleza este verano, de palpar la noche total, esa que no existe en las ciudades y ver sólo bosque al abrir la ventana de mi habitación.
Sentir el frío de la mañana allá fuera de la cama y poder acurrucarme junto a él, en busca de su calor y sus caricias.
Levantarme con el olor a pan recién horneado sabiendo que no comeré ninguno igual en Madrid, porque esa casa es un molino.
Sentarme en ese balcón, con esas vistas, a leer y verter mis pensamientos en los blancos folios mientras escucho el canto alegre del río al pasar, con la esperanza puesta en que, si tengo suerte, incluso podría ver un oso.
Gracias Asturias, por todo.
Foto realizada por mi desde mi habitación.
18 comentarios:
Nada que decir, nada que objetar. Totalmente de acuerdo. Acabo de llegar de mi pequeño paraíso particular, no tan recóndito pero sí igual de satisfactorio y te comprendo.
Esa paz, ese sosiego, esa calma que se instalan...
PRECIOSO.
Tambien yo he tenido la suerte de pasar un par de dias en Asturias este mes de agosto y, aunque menos bucólico que lo tuyo, no le estoy menos agradecido por lo que me ha dado, incluida una comida excelente.
Besos.
Alex.
uf! hermosa vista ... reposada.. fresca... natural...
como agua de manantial
parece que Asturias es muy bella no?
Que agradable cuando el entorno nos hace nos trae de vuelta a nosotros mismos... y nos deja reposados... mas sabios... mas claros con el alma que llevamos dentro
saludos!
Víctor Hugo
El Hombre Imaginario
Lindo homenaje a todas aquellas sensaciones que nos hace sentir descubrir un mundo nuevo tan sencillo que al compararlo con el habitual se crea un abismo hermoso.
Bella lectura, felicidades!!!!
Levantarse, sí, ver y comprobar, entre la brisa fresca de la mañana, y la calidez, recién abandonada...
Y escuchar como suena el agua reciente al pasar...
Anything go...
sí, por algo le llaman a Asturias paraíso natural...
bicos,
Aldabra
Afortunada tú que a las alturas que estamos de la vida moderna has tenido posibilidad de vivir algo tan especial. Hace años que no palpo la naturaleza con tanta intensidad como tú la describes.
Que deseos de haber estado allá, que bueno descansar en lugares tan bellos, en contacto con la naturaleza
Saludos
Instalarse en la calma...
Sumergirse en ella. Hummm...
Gracia por describirlo aqui
Besos. Melusina
Que emoncionante es levanrate cada día con los trinos de los pájaros, con el arrullo del rumor de las hojas de los árboles entre la brisa mañanera.
Que delicia, verdad?
Saludos
hermosas y reales pensares.
le invitoa retirar lso 12 premiso que he dejadoe n
www.walktohorizon.blogspot.com
en agradecimiento asus comentarios, e invitoa tomar tés de flores, leer una hsitoria, ver mi galeria de arte, y recibir un masaje del cielo, en mis otros blogs
le saludo y dejo mi paz mary carmen
Es maravilloso poder compartir esas experiencias contigo. Elevan el espíritu y alegran el alma. No sabes cuanto me alegro de tu feliz retiro y más aún me alegraré si yo puedo hacer lo mismo en un futuro cercano.
Gracias a ti, francisca, por la serenidad de la atmósfera que recoge y entrega tu prosa, y gracias por tu visita y comentario inteligente, como los que ahí has dejado como huella de tu paso, en uno de mis dos espacios (el otro es de poesía).
Saludos...
Y casi me quedo sin esa mirada tan especial de Asturias que sólo vos podés transmitir con tanta maestría. Hermosa vista, corazón. Retira el alma a la fuerza, aunque no se quiera, para desandarla y embriagarla de una serenidad incomparable. Conocía Asturias sólo por los comentarios de mi abuelo sobre su pueblo. Ahora pude verla a través de tu ventana. Un beso grande.
Bella fotografía. Me recordó un lugar en medio de las montañas en donde estuve hace algunos años. Fue maravilloso escuchar aullar a los lobos.
¿Asturias? He estado allí, y sí, me gusta mucho.
Hola Paca:
Me ha parecido bien que, mirando desde esa ventana, hayas hecho algunas reflexiones sobre cómo está tu cabeza. Te animo a que sigas haciéndolo, yo procuro hacerlo incluso en este "molinillo" de Madrid: lo único que hay que hacer es saber buscarse esos rinconcillos para hacerlo.
Un abrazo: A
sentir el ruido del espacio exterior e interior es lo máximo.
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